sábado, 1 de noviembre de 2014

EL VALOR DE LAS PALABRAS

EL VALOR DE LAS PALABRAS

ABRAHAM LINCOLN:
“Medir las palabras no es necesariamente endulzar su expresión sino haber previsto y aceptado las consecuencias de ellas”.
Por cosas de la vida queridos nietos, y como parte de mis vivencias puedo contarles  una experiencia que marco el “valor de las palabras en mí” cuando se me asigno por elección la Presidencia del Consejo de Administración de la Cooperativa de Servicios Múltiples de los Trabajadores de Moraveco aquí en Perú, desde mi condición de obrero especializado como tornero por la década de los años 70, cuando aún se percibía una supuesta marcada diferencia de conocimientos entre obreros y empleados y por cosas de la vida tenía la misión de administrar esta entidad donde justamente eran socios los obreros y empleados, motivó mi decisión en primera instancia demostrarles a los empleados socios que la diferencia que tenían solo era mental, así que luego de haber diseñado toda la operatividad previa capacitación y sin mencionar jamás otros estudios que tenía, prepare una estrategia que fuera contundente para romper la hipotética diferencia entre obreros y empleados así que ante la primera asamblea general de socios coordine con todos los consejeros que en su mayor parte eran también obreros, el rol que deberían tener en dicha asamblea para absolver todas las inquietudes y como parte principal que debería producir una férrea crítica a la imagen de la cooperativa, hice la impresión de los CARNÉ de identificación de cada socio y justo fue ello lo que produjo dicho debate porque los empleados se avergonzaban de tener un documento que diga CARNÉ en vez de CARNET, desde luego que previamente investigue con el diccionario de la real academia de la lengua española, marcando incluso como podían comprobar ello, ya que por esos años no había Internet sino era ful biblioteca, así que luego de aclarado dicha vergüenza se produjo como sinfonía una confianza en las decisiones que se tomaban y se rompió y/o acabo la pretendida desigualdad entre obreros y empleados, por ello la empatía expresada por este gran personaje de la historia trajo a revivir en mi memoria esta pequeña historia del valor de las palabras cuando fluye una comunicación y se quiere tener buenos resultados.